Por: Samantha Serna y Sara Sandoval
Estudiantes de LRI 2° semestre
Kurdistán: Una Nación sin Fronteras
Toda persona, sin
importar la parte del mundo que habite, debe sentirse segura de ejercer su
cultura y debe tener oportunidades y medios para desarrollarse como un
ciudadano
íntegro. Lamentablemente, la sociedad Kurda no goza de estos
derechos. Kurdistán es una cultura situada en un territorio de 392 000
kilómetros cuadrados compartidos por las naciones de Irak, Siria, Irán y
Turquía, situada en esta zona desde hace alrededor de 3000 años. El pueblo
Kurdo ha sufrido políticas de asimilación sobre todo de parte del gobierno de
Turquía, con la finalidad que esta cultura sea eliminada para que adopte la
cultura turca. El problema está en que el gobierno Turco que no promete
prosperidad a Kurdistán, pues no es un gobierno incluyente. Los derechos
humanos del pueblo Kurdo han sido violentados a lo largo de este conflicto, por
lo que creemos que la autonomía de Kurdistán es la solución para respetar los
derechos humanos de estas personas y su cultura, y traer paz a esta zona.
Kurdistán es la
“minoría” étnica más grande sin un estado autónomo y reconocido en el mundo,
con una población de 22 millones de habitantes. Esta región se
encuentra repartida dentro de cuatro países árabes que comparten una gran
variedad de conflictos sociales, culturales y políticos que han contribuido a
la formación y pasado histórico de Kurdistán, el cual fortalece y
justifica la fuerte identidad nacional que posee su pueblo. A través de los
años ha logrado construir un acervo cultural casi tan extenso como el de
cualquier nación independiente; con un lenguaje propio, que estuvo prohibido
por autoridades Turcas durante muchos años hasta 1991 cuando la ley fue
revocada, aunque continúa siendo tabú para ambas sociedades; una religión y una
cultura característica que los diferencia de otras etnias. Decía Nicolás
Maquiavelo (1999) en su obra El Príncipe: “A los hombres hay que
conquistarlos o eliminarlos.” (p.13). Turquía ha intentado conquistar y
eliminar Kurdistán consiguiendo éxito parcial y temporalmente, gracias a ésta
tan bien forjada identidad nacional, que une a la sociedad Kurda por la
lucha del cumplimiento de sus derechos y el reconocimiento de su independencia.
Durante los años
setenta, Abdullah Öcalan, inició campañas para incentivar el nacionalismo y la
identidad de su pueblo, con fin de conseguir la atención de organismos
internacionales. Consecuentemente varios partidos políticos surgieron, uno de
ellos el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). El
“nacionalismo kurdo” no es razón suficiente para argumentar que se les debe
otorgar su independencia para poder alcanzar la paz en esta región, siendo que
este mismo nacionalismo es el que los ha llevado a crear tantos conflictos al
punto de que los partidos que luchan por este fin son considerados como grupos
terroristas. Por otro lado, el PKK atrajo la mirada de los medios
de comunicación masiva y de la comunidad internacionales. Esto beneficia al
pueblo kurdo, en cuanto a la disminución de la violación a los derechos humanos
y creación de posibles soluciones a través de un diálogo entre el gobierno
Turco y el PKK.
Kurdistán necesita su
independencia, esto probablemente pondrá fin a las sistemáticas violaciones a
los derechos humanos perpetrados por ambas partes. Según la revista Letras
Libres, el conflicto armado ha dejado un saldo de aproximadamente 250,000
muertos con múltiples violaciones a los derechos humanos a su nombre. A raíz de
1991 con el levantamiento de los grupos separatistas kurdos en toda la región
del Medio Oriente hubo un aumento exponencial en la cantidad de ONGs con fines
de ayuda humanitaria y de salud, dejando en claro que la guerrilla era causante
de un malestar grave para la población Kurda en Turquía. En 2005, con la declaración
por parte del gobierno Iraquí, los índices de violencia disminuyeron
notablemente en la región, siendo considerada dentro de las 4 regiones más
seguras de Iraq. Estas aseveraciones nos llevan a concluir que la independencia
es un método eficaz de reducir la violencia.
Sin embargo, el establecimiento de
un gobierno independiente en la región Kurda resultaría en una inestabilidad
política y económica interna, debido a la casi nula experiencia de esta región
como “autónoma”. Además, surgirían conflictos étnicos de carácter violento
debido a la partición del territorio y la mezcla de diferentes etnias en un
solo territorio, como menciona Charu Gupta en su libro “Is Secession a Recipe
for Political Instability?”. La inestabilidad política de un país recién
formado dejaría la posibilidad a que un régimen opresivo subiera al poder,
perpetuando así las violaciones a los Derechos Humanos que eran llevadas a cabo
por el gobierno anterior. No obstante, sería ésta una solución, que
a largo plazo derivaría en la pacificación. Porque a pesar de la supuesta
“nula” experiencia de organización en Kurdistán, una gran cantidad de facciones
políticas han logrado estructurarse para lograr su objetivo principal,
independizarse.
La sistemática violación a los derechos humanos por parte de los
dos bandos puede
ser detenida. La solución existe en la separación de Kurdistán
y Turquía. Sin embargo, esto no puede suceder de la noche a la mañana. Una
independencia pacífica, estable y viable es un proceso. El Kurdistán Iraquí está
tomando los pasos adecuados para esta independencia. Primero, se establece como
región autónoma que todavía responde al gobierno central con un parlamento.
Finalmente, va a establecer su Constitución y un referendo para establecer un
gobierno independiente. Durante todo este tiempo, va estableciendo relaciones
con sus vecinos (como Turquía), para cerciorarse de reconocimiento cuando la
separación suceda. Como se puede ver, es un proceso lento, pero seguro. Así, la
violación de los derechos humanos como consecuencia de la crueldad y
diferenciación, podrá ser evitada en esta región; y si la independencia ocurre
de esta forma, servirá como ejemplo al resto de los territorios abogando por
independencia en el mundo.
Referencias
Texto
Bacik, G. (2010). “THE RISE OF IDENTITY POLITICS IN TURKEY”. UNISCI
Discussion Papers, núm. 23.pp. 47-59.
Maquiavelo, N. (1999). El
Príncipe. Ciudad de México: Ediciones Leyenda S.A. de C.V. .
Meyer, J. (1999). “La cuestión
Kurda”. Letras Libres. Revisado el 3 de abril del 2013 de
http://www.letraslibres.com/revista/libre/la-cuestion-kurda
Imágenes
Attal, M. (1988) Kurdish Party PKK Training Camp. Recuperado el 3/04/13 de http://www.corbisimages.com/stock-photo/rights-managed/0000238264-007/kurdish-party-pkk-training-camp?popup=1
Bettmann (s.f).Map showing Kurdish Territory in Iraq. Recuperado el 09/05/13 de http://www.corbisimages.com/stock-photo/rights-managed/BE066083/map-showing-kurdish-territory-in-iraq?popup=1
Shamín,
F. (2001). Kurdistan Workers Party Protest Against UK Ban. Recuperado el
3/04/13 de http://www.corbisimages.com/stock-photo/rights-managed/0000380463-004/kurdistan-workers-party-protest-against-uk-ban?popup=1
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