Francisco Urrutia, Sara Sandoval, Samantha Serna, Humberto Ramírez, Santiago Martínez
LRI Tec de Monterrey Campus Querétaro
Toda persona, sin
importar la parte del mundo que habite, debe sentirse segura de ejercer su
cultura y debe tener oportunidades y medios para desarrollarse como un
ciudadano íntegro. Lamentablemente, la sociedad Kurda no goza de estos
derechos. Kurdistán es una cultura situada en un territorio de 392 000
kilómetros cuadrados compartidos por las naciones de Irak, Siria, Irán y
Turquía, situada en esta zona desde hace alrededor de 3000 años. El pueblo
Kurdo ha sufrido políticas de asimilación sobre todo de parte del gobierno de
Turquía, con la finalidad que esta cultura sea eliminada para que adopte la
cultura turca. El problema está en que el gobierno Turco que no promete
prosperidad a Kurdistán, pues no es un gobierno incluyente. Los derechos
humanos del pueblo Kurdo han sido violentados a lo largo de este conflicto, por
lo que creemos que la autonomía de Kurdistán es la solución para respetar los
derechos humanos de estas personas y su cultura, y traer paz a esta zona.

Durante los años
setenta, el político Abdullah Öcalan, inició campañas para incentivar el
nacionalismo y la identidad de su pueblo, con fin de conseguir la atención de
organismos internacionales. Consecuentemente varios partidos políticos
surgieron, uno de ellos el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El “nacionalismo kurdo” no es razón suficiente para argumentar que se les debe
otorgar su independencia para poder alcanzar la paz en esta región, siendo que
este mismo nacionalismo es el que los ha llevado a crear tantos conflictos al
punto de que los partidos que luchan por este fin son considerados como grupos
terroristas. Por otro lado, el PKK atrajo la mirada de los medios
de comunicación masiva y de la comunidad internacionales. Esto beneficia al
pueblo kurdo, en cuanto a la disminución de la violación a los derechos humanos
y creación de posibles soluciones a través de un diálogo entre el gobierno
Turco y el PKK.
Kurdistán necesita su
independencia, esto probablemente pondrá fin a las sistemáticas violaciones a
los derechos humanos perpetrados por ambas partes. Según la revista Letras
Libres, el conflicto armado ha dejado un saldo de aproximadamente 250,000
muertos con múltiples violaciones a los derechos humanos a su nombre. A raíz de
1991 con el levantamiento de los grupos separatistas kurdos en toda la región
del Medio Oriente hubo un aumento exponencial en la cantidad de ONGs con fines
de ayuda humanitaria y de salud, dejando en claro que la guerrilla era causante
de un malestar grave para la población Kurda en Turquía. En 2005, con la
declaración por parte del gobierno Iraquí, los índices de violencia
disminuyeron notablemente en la región, siendo considerada dentro de las 4
regiones más seguras de Iraq. Estas aseveraciones nos llevan a concluir que la
independencia es un método eficaz de reducir la violencia.
Sin embargo, el
establecimiento de un gobierno independiente en la región Kurda resultaría en
una inestabilidad política y económica interna, debido a la casi nula
experiencia de esta región como “autónoma”. Además, surgirían conflictos
étnicos de carácter violento debido a la partición del territorio y la mezcla
de diferentes etnias en un solo territorio, como menciona Charu Gupta (2008) en
su libro “Is Secession a Recipe for Political Instability?”. La
inestabilidad política de un país recién formado dejaría la posibilidad a que
un régimen opresivo subiera al poder, perpetuando así las violaciones a los
Derechos Humanos que eran llevadas a cabo por el gobierno anterior. No
obstante, sería ésta una solución, que a largo plazo derivaría en la pacificación.
Porque a pesar de la supuesta “nula” experiencia de organización en
Kurdistán, una gran cantidad de facciones políticas han logrado estructurarse
para lograr su objetivo principal, independizarse.
La sistemática violación a los derechos humanos
por parte de los dos bandos puede ser detenida. La solución existe en la
separación de Kurdistán y Turquía. Sin embargo, esto no puede suceder de la
noche a la mañana. Una independencia pacífica, estable y viable es un proceso.
El Kurdistán Iraquí está tomando los pasos adecuados para esta independencia.
Primero, se establece como región autónoma que todavía responde al gobierno
central con un parlamento. Finalmente, va a establecer su Constitución y un
referendo para establecer un gobierno independiente. Durante todo este tiempo,
va estableciendo relaciones con sus vecinos (como Turquía), para cerciorarse de
reconocimiento cuando la separación suceda. Como se puede ver, es un proceso
lento, pero seguro. Así, la violación de los derechos humanos como consecuencia
de la crueldad y diferenciación, podrá ser evitada en esta región; y si la
independencia ocurre de esta forma, servirá como ejemplo al resto de los
territorios abogando por independencia en el mundo.
Referencias:
Bacik, G.
(2010). “THE RISE OF IDENTITY POLITICS IN TURKEY”. UNISCI
Discussion
Papers, núm. 23. pp. 47-59.
Calatayud, J.
(2013). “El Kurdistán turco grita ahora”. Internacional
en EL PAÍS. Revisado el 4 de abril del 2013 de: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/27/actualidad
Gupta, C. (2008). “Is Secession A Recipie For
Political Inestability”. Revisado el 4 de abril del 2013 de: http://books.google.com.mx/books?id=c7ExCNFrQaQC&pg=PA3&lpg=PA3&dq=Is+Secession+a+Recipe+for+Political+Instability?&source=bl&ots=AVmhMTftGz&sig=JJa-xBPXZgkEoz5xMq89nF-hrQw&hl=en&sa=X&ei=HMmKUeCqNYnmrQGB8YDwAg&ved=0CDUQ6AEwAQ
Maquiavelo, N. (1999). El Príncipe. Ciudad de México: Ediciones
Leyenda S.A. de C.V. .
Meyer, J. (1999). “La cuestión Kurda”. Letras
Libres. Revisado el 3 de abril del 2013 de
http://www.letraslibres.com/revista/libre/la-cuestion-kurda
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