Por: Alejandra Cossío
Estudiante de LRI, 2° semestre
Un granito de arena para la Humanidad
Pablo, con apenas 9 años, inicia su día caminando 12
km para poder recibir educación, lo que él ve como la solución a sus problemas.
Después de la larga jornada a duras penas logra concentrarse debido a la falta
de energía ocasionada por el pobre desayuno que
pudo ingerir. Al terminar sus clases tiene que trabajar para ayudar a mantener
a su familia. Pablo, después de tantas horas no ha tenido la oportunidad de
comer como un niño de su edad se merece o necesita. Después de su exhaustiva
rutina regresa a lo que él conoce como su hogar, un pequeño recinto hecho de
lámina y desperdicios de cartón, donde vive junto con sus hermanos y padres.
Un hogar
digno es signo de seguridad y sustento para familias alrededor del mundo.
Poseerlo es considerado un derecho básico para cualquier ser humano.
Desafortunadamente hoy en día, esto sigue siendo visto como un privilegio.
Actualmente como menciona Habitat for
Humanity la pobreza afecta a 1.6 billones
de personas que viven en hogares no dignos y deficientes mientras, que 100
millones de personas no tienen un techo donde vivir. La falta de un hogar digno
tiene consecuencias significativas e impactos en la salud física y emocional de
una persona así como también marca la vida de los niños que están en desarrollo
(2013).
Si te imaginas este mundo como algo
ajeno a tu realidad estás muy equivocado. Como pudimos ver 1.6 millones de
personas viven en condiciones extremas de pobreza y trabajan todos los días en
las calles, te lavan el parabrisas en los altos o te piden limosna en las
plazas. La pobreza está mucho más cercana a ti de lo que te imaginas, solo
tienes que poner atención y darte cuenta de que sí es posible ayudar. Habitat for humanity hace posible tu
ayuda. Esta organización se encarga de construir casas por medio del
voluntariado, es decir, tu ayuda contribuye a construir, junto con la familia
beneficiada, una casa digna para satisfacer sus necesidades.
La institución fue fundada en 1976,
y a pesar de su ideología cristiano ayuda sin distinguir raza o religión en más
de 70 países del mundo.
Para recibir una casa, la familia
debe aplicar con los afiliados locales de la institución, después, según su
necesidad y su voluntad de cooperación, son elegidos por un comité imparcial. A
los seleccionados se les otorga un préstamo significativo que pagarán paulatinamente, además de cumplir con un
número establecido de horas trabajando en la construcción de su futura vivienda.
Ser voluntario de esta institución
es muy sencillo solo debes ingresar a la página de internet: http://www.habitat.org/lac_eng e ir a la sección de participar.
Después de llenar un formulario, se le
hará saber al voluntario la fecha en la que será requerido.

El paso más difícil es darte cuenta
que tienes la capacidad de hacer algo
por la gente que te necesita. Instituciones como ésta facilitan tu ayuda, te
hacen trabajar mano a mano con gente que quiere mejorar sus condiciones de
vida, tu ayuda es importante para ellos.
La recompensa de ver una casa que se construyó con ayuda de tus manos es satisfactoria
y la gente que habitará en ella te lo agradecerá por siempre. “Donde existe una
necesidad nace un derecho” (Eva Perón).
Referencias
Hábitat
para la Humanidad. (s.f.). Asi Trabajamos. Recuperado el 6 de mayo de 2013 en: http://www.habitatmexico.org/index.php?option=com_content&view=article&id=64&Itemid=65
Habitat
for Humanity. (s.f.). Quienes somos. Recuperado
el 6 de Mayo de 2013 en: http://www.habitat.org/lac/quienes_somos
Habitat
for Humanity. (s.f.). Volunteer. Recuperado el 6 de Mayo de 2013 en:
http://www.habitatforhumanity.org.uk/volunteer
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