Kurdistán: Una nación sin fronteras

Kurdistán: Una nación sin fronteras


Francisco Urrutia, Sara Sandoval, Samantha Serna, Humberto Ramírez, Santiago Martínez
LRI  Tec de Monterrey Campus Querétaro



Toda persona, sin importar la parte del mundo que habite, debe sentirse segura de ejercer su cultura y debe tener oportunidades y medios para desarrollarse como un ciudadano íntegro. Lamentablemente, la sociedad Kurda no goza de estos derechos. Kurdistán es una cultura situada en un territorio de 392 000 kilómetros cuadrados compartidos por las naciones  de Irak, Siria, Irán y Turquía, situada en esta zona desde hace alrededor de 3000 años. El pueblo Kurdo ha sufrido políticas de asimilación sobre todo de parte del gobierno de Turquía, con la finalidad que esta cultura sea eliminada para que adopte la cultura turca. El problema está en que el gobierno Turco que no promete prosperidad a Kurdistán, pues no es un gobierno incluyente. Los derechos humanos del pueblo Kurdo han sido violentados a lo largo de este conflicto, por lo que creemos que la autonomía de Kurdistán es la solución para respetar los derechos humanos de estas personas y su cultura, y traer paz a esta zona.
Kurdistán es la “minoría” étnica más grande sin un estado autónomo y reconocido en el mundo, con una población de 22  millones de habitantes. Esta región se encuentra repartida dentro de cuatro países árabes que comparten una gran variedad de conflictos sociales, culturales y políticos que han contribuido a la formación y  pasado histórico de Kurdistán, el cual fortalece y justifica la fuerte identidad nacional que posee su pueblo. A través de los años ha logrado construir un acervo cultural casi tan extenso como el de cualquier nación independiente; con un lenguaje propio, que estuvo prohibido por autoridades Turcas durante muchos años hasta 1991 cuando la ley fue revocada, aunque continúa siendo tabú para ambas sociedades; una religión y una cultura característica que los diferencia de otras etnias. Decía Nicolás Maquiavelo (1999) en su obra El Príncipe: “A los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos.” (p.13). Turquía ha intentado conquistar y eliminar Kurdistán consiguiendo éxito parcial y temporalmente, gracias a ésta tan bien forjada identidad nacional, que une a la sociedad Kurda por la lucha del cumplimiento de sus derechos y el reconocimiento de su independencia.

Durante los años setenta, el político Abdullah Öcalan, inició campañas para incentivar el nacionalismo y la identidad de su pueblo, con fin de conseguir la atención de organismos internacionales. Consecuentemente varios partidos políticos surgieron, uno de ellos el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). El “nacionalismo kurdo” no es razón suficiente para argumentar que se les debe otorgar su independencia para poder alcanzar la paz en esta región, siendo que este mismo nacionalismo es el que los ha llevado a crear tantos conflictos al punto de que los partidos que luchan por este fin son considerados como grupos terroristas.  Por otro lado, el  PKK atrajo la mirada de los medios de comunicación masiva y de la comunidad internacionales. Esto beneficia al pueblo kurdo, en cuanto a la disminución de la violación a los derechos humanos y creación de posibles soluciones a través de un diálogo entre el gobierno Turco y el PKK.

Kurdistán necesita su independencia, esto probablemente pondrá fin a las sistemáticas violaciones a los derechos humanos perpetrados por ambas partes. Según la revista Letras Libres, el conflicto armado ha dejado un saldo de aproximadamente 250,000 muertos con múltiples violaciones a los derechos humanos a su nombre. A raíz de 1991 con el levantamiento de los grupos separatistas kurdos en toda la región del Medio Oriente hubo un aumento exponencial en la cantidad de ONGs con fines de ayuda humanitaria y de salud, dejando en claro que la guerrilla era causante de un malestar grave para la población Kurda en Turquía. En 2005, con la declaración por parte del gobierno Iraquí, los índices de violencia disminuyeron notablemente en la región, siendo considerada dentro de las 4 regiones más seguras de Iraq. Estas aseveraciones nos llevan a concluir que la independencia es un método eficaz de reducir la violencia.
Sin embargo, el establecimiento de un gobierno independiente en la región Kurda resultaría en una inestabilidad política y económica interna, debido a la casi nula experiencia de esta región como “autónoma”. Además, surgirían conflictos étnicos de carácter violento debido a la partición del territorio y la mezcla de diferentes etnias en un solo territorio, como menciona Charu Gupta (2008) en su libro “Is Secession a Recipe for Political Instability?”.  La inestabilidad política de un país recién formado dejaría la posibilidad a que un régimen opresivo subiera al poder, perpetuando así las violaciones a los Derechos Humanos que eran llevadas a cabo por el gobierno anterior.  No obstante, sería ésta una  solución, que a largo plazo derivaría en la pacificación.  Porque a pesar de la supuesta “nula” experiencia de organización en Kurdistán, una gran cantidad de facciones políticas han logrado estructurarse para lograr su objetivo principal, independizarse. 
La sistemática violación a los derechos humanos por parte de los dos bandos puede ser detenida. La solución existe en la separación de Kurdistán y Turquía. Sin embargo, esto no puede suceder de la noche a la mañana. Una independencia pacífica, estable y viable es un proceso. El Kurdistán Iraquí está tomando los pasos adecuados para esta independencia. Primero, se establece como región autónoma que todavía responde al gobierno central con un parlamento. Finalmente, va a establecer su Constitución y un referendo para establecer un gobierno independiente. Durante todo este tiempo, va estableciendo relaciones con sus vecinos (como Turquía), para cerciorarse de reconocimiento cuando la separación suceda. Como se puede ver, es un proceso lento, pero seguro. Así, la violación de los derechos humanos como consecuencia de la crueldad y diferenciación, podrá ser evitada en esta región; y si la independencia ocurre de esta forma, servirá como ejemplo al resto de los territorios abogando por independencia en el mundo.



Referencias:
Bacik, G. (2010). “THE RISE OF IDENTITY POLITICS IN TURKEY”. UNISCI
Discussion Papers, núm. 23. pp. 47-59.

Calatayud, J. (2013). “El Kurdistán turco grita ahora”. Internacional en EL PAÍS. Revisado el 4 de abril del 2013 de: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/27/actualidad

Gupta, C. (2008). “Is Secession A Recipie For Political Inestability”. Revisado el 4 de abril del 2013 de: http://books.google.com.mx/books?id=c7ExCNFrQaQC&pg=PA3&lpg=PA3&dq=Is+Secession+a+Recipe+for+Political+Instability?&source=bl&ots=AVmhMTftGz&sig=JJa-xBPXZgkEoz5xMq89nF-hrQw&hl=en&sa=X&ei=HMmKUeCqNYnmrQGB8YDwAg&ved=0CDUQ6AEwAQ

Maquiavelo, N. (1999). El Príncipe. Ciudad de México: Ediciones Leyenda S.A. de C.V. .

Meyer, J. (1999). “La cuestión Kurda”. Letras Libres. Revisado el 3 de abril del 2013 de http://www.letraslibres.com/revista/libre/la-cuestion-kurda

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